La contaminación del aire es una problemática que ha tomado relevancia en los últimos años dentro de las agendas globales. En el caso de la Agenda 2030, existen al menos tres metas relacionadas a combatir la contaminación del aire y sus efectos en la salud, las cuales son:
¿Por qué la contaminación del aire nos afecta? Datos relevantes:
– La contaminación del aire es uno de los mayores riesgos ambientales que existen para la salud. Mediante la disminución de los niveles de contaminación del aire los países pueden reducir la carga de morbilidad derivada de accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, cánceres de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, entre ellas el asma.
– En 2019, el 99% de la población mundial vivía en lugares donde no se respetaban las Directrices de la OMS sobre la Calidad del Aire.
– Los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente y la del aire doméstico se asocian a 6,7 millones de muertes prematuras cada año.
– Se estima que en 2019 la contaminación del aire ambiente (exterior) provocó en todo el mundo 4,2 millones de muertes prematuras.
– El 89% de esas muertes prematuras se produjeron en países de ingreso bajo y mediano, y fue en las regiones de Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental de la OMS donde se registraron las cifras más elevadas.
¿Cuáles son las políticas que se están implementando para mejorar la calidad del aire?
De manera general, en la industria se ha fomentado la utilización de tecnologías limpias que reducen las emisiones de las chimeneas industriales; en el sector de la energía garantizan el acceso a soluciones asequibles de energía doméstica no contaminante para cocinar, generar calor y alumbrar; en el transporte adoptan métodos limpios de generación de electricidad; en la planificación urbana mejoran la eficiencia energética de los edificios y promocionan ciudades más compactas y con más zonas verdes para lograr una mayor eficiencia; en la generación de electricidad aumenta el uso de combustibles de bajas emisiones y fuentes de energía renovable sin combustión (solar, eólica o hidroeléctrica); en la gestión de desechos municipales y agrícolas implementan estrategias de reducción, separación, reciclado y reutilización o reelaboración de desechos, así como métodos mejorados de gestión biológica de desechos tales como la digestión anaeróbica para producir biogás.
En México, el establecimiento de Sistemas de Monitoreo de la Calidad del Aire (SMCA), ha permitido que las autoridades ambientales de la mayoría de las grandes ciudades en el mundo enfrenten con éxito la problemática urbana de la contaminación atmosférica.
Al mes de diciembre del año 2016 existían en México 34 SMCA administrados por alguna autoridad gubernamental, ya fuera estatal o municipal. Sin embargo, se ha identificado que la mala calidad del aire por ozono y partículas suspendidas no es exclusiva de las zonas metropolitanas de Valle de México, Guadalajara y Monterrey como suele pensarse, también está presente en un cada vez mayor número de ciudades, incluyendo ciudades medias y pequeñas en términos de población.
Para el caso de Nuevo León, la calidad del aire ha mejorado con el paso del tiempo, ya que, de acuerdo con Alfonso Muñoz, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, en el año 2005 el promedio anual de partículas menores a 10 micras (proveniente de fenómenos naturales y/o actividades humanas) fue de 87.6 microgramos, mientras que en el 2022 el promedio anual fue de 59.66 microgramos, lo que representa un 26% aproximadamente de reducción de partículas menores a 10 micras. Respecto a la comparativa de las partículas menores a 2.5 micras (provenientes de emisiones de fuentes de vehículos), en el 2005 el promedio anual fue de 31.3 microgramos, mientras que en el 2022 el promedio anual fue de 19.96 microgramos, lo que representa el segundo promedio más bajo desde el 2005.
Definitivamente aún nos queda un largo camino por recorrer para lograr una calidad de aire saludable que nos permita vivir sin perjudicar nuestra calidad de vida. Gran labor de este cambio les corresponde a las autoridades nacionales de cada país, a las agendas, a las empresas, pero también está en cada uno de nosotros al adoptar hábitos que reduzcan nuestras emisiones.
Fuentes:
OPS. (s.f.). Calidad del Aire. Organización Panamericana de la Salud. Recuperado de: https://www.paho.org/es/temas/calidad-aire
OMS. (2022). Contaminación del aire ambiente (exterior). Organización Mundial de la Salud. Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ambient-(outdoor)-air-quality-and-health
Gob MX. (2019). Estado de la Calidad del Aire en México. Gobierno de México. Recuperado de: https://www.gob.mx/inecc/articulos/estado-de-la-calidad-del-aire-en-mexico?idiom=es#:~:text=Otro%20aspecto%20que%20destaca%20es,y%20peque%C3%B1as%20en%20t%C3%A9rminos%20de