Tener un negocio sin depender de nadie, más que de su propia capacidad de generar recursos, es muy desafiante. Justamente eso es lo que a veces provoca que por épocas muy buenas o muy malas, existan fluctuaciones en los ingresos que pueden obligarte a tomar decisiones para que siga funcionando de la mejor manera posible.
Así como cuando hay épocas flojas, ya sea por el rubro y las temporadas altas y bajas (por ejemplo en la industria del turismo), o ya sea por situaciones mundiales que afectan tus ventas (como las emergencias sanitarias), muchas veces es prudente recortar gastos y evaluar el presupuesto del negocio para su supervivencia.
Y en épocas de prosperidad, también es importante evaluar a qué destinar esos recursos extra que estás recibiendo, ya sea para la expansión de tu negocio o para hacer compras que le permitan crecer en un plazo determinado.
Por qué pedir un préstamo
Una de las razones más importantes para pedir un crédito empresarial es mantener, e incluso hacer crecer, tu negocio.
Dentro de la primera opción, cuando se trata de inyectar recursos para su supervivencia en momentos quizás bajos, es importante planear que en la temporada buena se pueda asegurar el pago de ese crédito.
Cuando hablamos de expansión o crecimiento, ahí más bien se trata de un escenario en el que el dueño de negocio tiene los recursos necesarios para estar pagando las mensualidades del crédito que va a solicitar, y usualmente el objetivo es poder hacer un pago importante, como una remodelación, una compra de una propiedad comercial o una flotilla, por poner algunos ejemplos, que le permitan crecer su empresa.
En ambos casos, aunque nada sea una certeza absoluta, es importante tener alguna tranquilidad de que se podrán cubrir las mensualidades del préstamo en el corto y largo plazo.
Otra alternativa de pedir un préstamo, que quizás no sea tan grande o que no significa un gran riesgo para tu negocio, es poder generar mejor historial crediticio para acceder luego a mejores productos financieros.
Cómo saber si puedo pedir un préstamo
Si ya analizaste tu presente y futuro financiero y estás decidido a pedir un crédito empresarial, lo primero es que planees tus mensualidades y analices tu capacidad de pago.
Si quieres saber cómo está tu historial crediticio, puedes hacer una consulta en el buró de crédito. Si llevas más de tres meses dado de alta ante el SAT, ya habrá un registro de tu historial.
3 aspectos importantes de un crédito empresarial:
1. CAT
Es el Costo Anual Total cuya función es resumir en una sola cifra todos los costos asociados al crédito que planeas solicitar, incluyendo comisiones e intereses. Se expresa en la forma de un porcentaje anual y es muy útil para comparar diferentes productos de características similares (es decir que tengan el mismo plazo y monto).
2. Tasa de interés
Este indicador te señala cuánto vas a pagar por el dinero que te están prestando. Es el costo principal del crédito y se expresa como un porcentaje con un plazo determinado, si tu préstamo, digamos, costará 12% anual, significa que pagarías ese porcentaje sobre el total del crédito.
3. Comisiones
Estos cargos se cobran con la intención de cubrir los gastos administrativos relacionados al préstamo. Y es bueno saber cuáles son, ya que a veces hay créditos que ofrecen más o menos comisiones y pueden ser importantes al momento de contratar uno.
Como verás, pedir un crédito es muy fácil, pero antes debes asegurarte de tener buenos argumentos para solicitarlo y de tener una capacidad de pago para cubrirlo.
Si quieres saber qué opciones tiene tu negocio para un préstamo empresarial, entra aquí.