En el día a día de cualquier organización, sucede que nos llegan correos de la autoridad reportando que al cierre de un determinado mes no se han presentado diferentes obligaciones fiscales ante el SAT. En esa misma comunicación nos alertan de las consecuencias por no pagar a tiempo como son las multas, actualizaciones, recargos y la restricción del Certificado de Sello Digital.
Trabajar con el equipo interno de impuestos o despachos fiscales externos ayudan al empresario a cumplir con las diferentes obligaciones tributarias municipales, estatales y federales con la autoridad y sabemos que dentro de los recursos de defensa que existen para armar la estrategia y acciones está la inteligencia artificial. La IA se puede utilizar para minimizar la carga tributaria de manera legal y ética en función del tipo de empresa, su tamaño y actividades específicas de la razón social que se trate.
Con la IA de nuestro lado, podremos reducir errores, automatizar procesos, detectar fraudes, presentar las declaraciones fiscales periódicas como la declaración mensual del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la declaración bimestral o mensual del Impuesto Sobre la Renta (ISR), dependiendo del régimen fiscal. Si se cuenta con empleados, también puede ayudar en los cálculos para cumplir con las obligaciones de seguridad social para realizar las contribuciones correspondientes.
Otra novedad tecnológica es que siguiendo los ocho pasos necesarios, se puede operar la facturación electrónica que incluye la emisión de Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI) desde dispositivos móviles como teléfonos móviles o tabletas: incluyen registrarse y configurar la cuenta, referenciar al Proveedor de Servicios de Certificación (PSC) quien será el encargado de validar y certificar los CFDI para garantizar su autenticidad y validez fiscal; el SAT tiene su propia solución de facturación electrónica para asegurarse que cumple con los requisitos y estándares fiscales vigentes.
Con todos estos elementos, podemos prepararnos para hacer un buen cierre contable – fiscal de nuestra organización. Podemos adelantarnos a los hechos teniendo en mente que la tecnología está sobre nosotros, lo existente en el mercado lo tiene tanto la autoridad como nosotros los contribuyentes. Debemos tomar en cuenta que parte de la declaración ya viene precargada con los datos que alimentamos a lo largo del año fiscal.
El registro contable adecuado alineado a las Normas de Información Financiera (NIF) y que además incluye mantener la documentación respaldatoria como son libros de contabilidad, facturas, recibos y otros documentos relacionados con las transacciones financieras son cruciales para no tener inconvenientes y no batallar con sorpresas con ingresos que no estaban considerados, comprobantes de nómina que no están cancelados o pagos provisionales que no estén bien llenados.
Este precierre de la declaración anual nos da transparencia financiera, ve la salud financiera de la empresa y es un soporte para la toma de decisiones del corto, mediano y largo plazo.
Dentro de los beneficios de hacer un buen precierre:
Tomaremos decisiones más efectivas sobre la expansión de la empresa en nuevos territorios, nuevas sucursales y lanzamiento o reposicionamiento de nuevas líneas de productos o servicios.
Podremos planear optimización fiscal en el caso de la participación de las utilidades a los trabajadores o el rendimiento para el pago de dividendos.
Si el cierre contable fiscal nos vislumbra pérdida fiscal, nos indicará el siguiente año cuánto podremos amortizar, para las personas morales del régimen general les dará una buena aproximación del coeficiente de utilidad que va a ser parte de los pagos provisionales y el impacto en el flujo de efectivo de la empresa.
Como conclusión, no es suficiente con estar viendo a diario el estado de cuenta de los bancos con que cuenta la empresa como diagnóstico total de la salud financiera, debemos visualizar el rendimiento en el Estado de Resultados y el Balance General de la empresa como un todo y por unidad estratégica de negocio o centro de utilidad si es posible.
Debemos considerar además que en la declaración anual es requisito llenar el Estado de Resultados Integral, el Estado de Situación Financiera y recién se incorporaron los dos estados que faltaban: Estado de Cambio de Capital Contable y el Estado de Flujo de Efectivo.
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Gerente de Servicios Legales de CANACO Monterrey